El último sistema de grabación digital ideado hasta el momento es mucho más avanzado que los anteriores, y presenta considerables ventajas, dado que el soporte de la grabación no posee elementos mecánicos, fuente de problemas, imprecisiones y consumo eléctrico.

El Silicon Audio, como su nombre indica, está basado en chips de silicio, es decir, memoria en circuitos integrados, donde se consigue almacenar ¡hasta 192 minutos! de música con calidad CD en una sola tarjeta, del tamaño de las tarjetas telefónicas.

El sistema de compresión MPEG Layer 3 (Motion Picture Expert Group - grupo de expertos en imagen y cine) es el utilizado para reducir el tamaño de la información, sin perder calidad de sonido distinguible.

Existen dos tipos de tarjetas Silicon Audio: las RAM y las ROM; las primeras permiten escuchar y grabar música, mientras que las ROM sólo permiten escucharla (como un disco compacto).

En 1993, la desconocida empresa Meister Electronics anunció la creación de estos dispositivos, tomando Siemens y actualmente NEC el relevo. Ya existen varios prototipos totalmente operativos, e incluso han salido al mercado dictáfonos que usan este sistema, como el ICD-50 de Sony (16 minutos de sonido con calidad de cinta de cassette en un aparatito de sólo 80 gr.)

 El único inconveniente de este sistema es el precio de las tarjetas de alta capacidad, aunque el avance en este campo es tan rápido, que en un par de años, llegará a un nivel muy competitivo.

Para entonces, tras un interregno de las grabadoras y regrabadoras de discos compactos, me atrevo a afirmar que el Silicon Audio desbancará a los demás formatos digitales.